CATANIA – Con la extraordinaria dirección de Chiara Noschese, el Teatro Metropolitan de Catania acoge un musical fantasmagórico: “Chicago”.
Es un musical estadounidense de 1975, dirigido por Bob Fosse, con música de John Kander y letra de Fred Ebb.
Los temas de la intriga, la manipulación, las conspiraciones, el éxito a toda costa, la corrupción, los asesinatos, la mentira y la ausencia total de escrúpulos son representados con rápida y caprichosa vivacidad.
Al final, un momento de reflexión de los protagonistas que, casi iluminados por un inesperado sentido común, se revelan la conciencia de la falta de valores y de sensibilidad en la sociedad, la misma sociedad sin escrúpulos a la que ellos mismos pertenecen.
Los temas, lamentablemente todavía actuales, se desarrollan en el ambiente bullicioso de la metrópolis de Illinois de los años 1920, en el que el espectador se ve envuelto y transportado, a través de la magia de la hermosa música, las voces extraordinarias, la vivacidad de los colores y las coreografías fantásticas. .
Aunque la historia se inserta en un marco social dominado por los hombres, “Chicago” es un espectáculo exclusivamente femenino, donde las mujeres toman el control de las situaciones, prevaleciendo sobre los hombres, hasta el punto de traicionarlos, asesinarlos y aniquilar la figura de una hombre débil y sumiso, casi como si quisiera pintar una especie de reivindicación por parte de la propia mujer.
Esto es lo que le pasa al marido de la protagonista Roxy. Se trata de un personaje masculino, que recuerda los movimientos y la expresión ingenua del marginado social, el personaje de Charlie Chaplin. Actúa sólo en función de su esposa, cegado por el amor que siente por ella, a pesar de ser consciente de la traición que sufre, y a pesar de la conciencia de ser manipulado y utilizado como una herramienta maquiavélica, dentro de un contexto jurídico que no tiene legalidad. Al final, nadie reconoce nada, nadie le agradece y él en silencio… abandona la escena.
“Chicago”: combinación perfecta de arte, explosiones de colores, juegos de luces y malabaristas circenses, movimientos y gestos circenses, juegos de intriga y “enredos” de coreografía dentro de un marco escenográfico agradablemente intrusivo.
El espectador se divierte, trae consigo un aura de imaginación despierta y un sabor agridulce que probablemente lo acompañará en el camino de regreso.
El espectáculo se repetirá en la ciudad de Palermo los días 25 y 26 de marzo de 2024 en el Teatro Massimo.