CARLENTINI – Tercera cita artística, en el Teatro “Turi Ferro” de Carlentini, el viernes 14 de Enero de 2022 con la comedia italiana por excelencia, “La Bottega del caffè” del gran Carlo Goldoni.
En el escenario un desfile de artistas, empezando por el gran Michele Placido, acompañado por: Luca Altavilla, Emanuele Fortunati, Galazzi, Anna Gargano, Vito Lopriore, Francesco Migliaccio, Michelangelo Placido, Maria Grazia Plos.
La Magnífica Dirección de Paolo Valerio, la Escena de Marta Crisolini Malatesta, el Vestuario de Stefano Nicolao, La Luz de Gigi Saccomandi, la Música de Antonio Di Pofi y el Movimiento de Escena de Monica Codena, en coproducción con el Teatro Stabile del Friuli Venezia Giulia, Goldenart Production y Fondazione de Toscana
( Italia).
Carlo Osvaldo Goldoni (Venecia, 1707- París, 1793) insertado en una sociedad de la Ilustración, manteniendo la vida en su dimensión mundana, sin el deseo de aprender metafísica y adquiriendo una filosofía de vida práctica, en relación a los problemas cotidianos, basada en el sentido común y el bien común.
De hecho, encarna los valores típicos de la sociedad burguesa y mercantil, que es el ciudadano leal, así como en el personaje de Ridolfo, sabio, honesto y altruista dueño del café.
En realidad, a través de sus personajes, Goldoni quiere crear un equilibrio pacífico entre las necesidades individuales y familiares, buscando un compromiso que pueda detener los conflictos entre clases e individuos, como sucede en la escena de “La bottega del caffè”.
Todos los personajes se enfrentan en el mismo nivel, se enfrentan a la misma realidad, comparten los mismos conocimientos, frecuentan los mismos lugares, como la cafetería y se encuentran en el mismo lugar, el único espacio escénico: una pequeña plaza de Venecia. Cada uno de ellos, representando una individualidad social y no la típica máscara estereotipada de la comedia de arte, anuncia el tránsito de ésta a la comedia de carácter.
Cada personaje con su propia visión psicológica, junto con un contexto social real, entran en escena. Ahora bien, el teatro está profundamente influido por la realidad sociocultural contemporánea, la comedia de Goldoni se convierte en la imagen de la gente común, con sus defectos, errores y dudas.
La influencia del racionalismo ilustrado convencerá a Goldoni de elegir el diario como verdadero protagonista.
Por tanto, desde la perspectiva de Carlo Goldoni, podemos vislumbrar una sociedad sin distancia entre clases sociales, la aristocracia en crisis, el Noble Señor Don Marzio, ejemplo del parasitismo, la ociosidad y el derroche de la aristocracia, dialoga con un burgués. Y por si fuera poco, el autor crea una fuerte comparación entre la honestidad moral de los burgueses y la calumnia, hipocresía, chisme y superficialidad de la nobleza. De ahí la necesidad de burlarse del orgullo de los nobles, añadiendo un toque de buen sarcasmo.
Todo ello ocupa la parte central de la obra y de la escena, donde todas las líneas de la vida de los personajes se enredan, retuercen y filtran por una visión diabólica de verdades ocultas.
Al final, el que será señalado por todos como entrometido y manipulador, será en realidad el que habrá revelado las verdades incómodas.
Así, con un tono irónico y un dejo de sarcasmo, Carlo Goldoni nominará a Don Marzio como un personaje que promueve la verdad.
El público habrá recogido el mensaje sociomoral, culpabilizando al personaje central con una sonrisa en los labios, porque se habrá reído y divertido con el lenguaje y las formas cómicas, perfectamente cosidas al protagonista de la cafetería veneciana.